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HISTORIA

La desnudez en el Antiguo Egipto
Poca ropa o ninguna en la Antigua Grecia
Los ascetas desnudos en la Antigua India
El desnudo en Oriente
Primeros nudistas cristianos
El nudismo como protesta
La Ética Puritana, el Victorianismo y el Cuerpo Vergonzante
El modernismo del siglo XX
Evolución del naturismo en España




La desnudez en el Antiguo Egipto
Un fascinante cuento del antiguo culto al sol y la desnudez fue desenterrado en 1887 en Tell-el -Amarna, un pequeño pueblo egipcio en el delta del Nilo unas 200 millas al sur de El Cairo. Allí, una mujer árabe tropezó accidentalmente con el archivo de tablillas de arcilla cocida del faraón Akhen-Aton (1385-1353 a.C.). A través de la subsiguiente traducción de tales tablillas se averiguó que el joven y brillante faraón y su exquisitamente bella reina, Nefertiti, consideraban que el sol, Aton, era la verdadera fuente de vida, lo que justificaba la práctica del nudismo para el desarrollo físico y espiritual. Debido al descubrimiento de esas tablillas y otros artefactos en Tell-el-Amarna, sede del gobierno del faraón Akhen-Aton, se sabe hoy que no sólo fue un gran reformador religioso y místico, que discutía el panteísmo del sacerdocio tradicional, sino que también fue un poeta de gran sensibilidad. En las piedras diseminadas que formaban el muro original del templo de Aton, los arqueólogos han encontrado y descifrado el famoso "Himno a Aton, el dios Sol" del faraón, una parte del cual aparece en las escrituras Hebreas como en el salmo 104 del antiguo testamento. "Mediante este poema", escribe J. Herman en King & Queen of the Sun, "el faraón se revela como un amante de la belleza en la naturaleza, en el arte y en el hombre."Sin embargo, algunos de los arqueólogos que desvelaron la historia del faraón Sol tuvieron dificultades en aceptar lo que encontraron y se volvieron muy críticos con Akhen-Aton y Nefertiti. "Educados en un entorno victoriano y de nociones puritanas, desaprobaron esas primeras conjeturas de historia egipcia porque descubrieron que no sólo el faraón y su mujer sino también sus hijos y oficiales iban con muy poca ropa (¡y transparente!) o con ninguna ropa en absoluto, que practicaban nudismo en el palacio real, en los jardines reales y en la piscina, que gustaban de la belleza física, apreciaban la buena comida y el buen vino, y llevaban una existencia plenamente feliz."La espontaneidad, libertad y valores humanistas ligados al modo de vida de esta extraordinaria pareja provocaron una fuerte crítica y el enfrentamiento de los sacerdotes conservadores de la "religión antigua". Después de su muerte, a Akhen-Aton le sucedió su yerno Tutankh-Amon ("Rey Tut", famoso por el fabuloso tesoro en oro y joyas encontrado en su tumba en el siglo XX), a quien forzaron sus sacerdotes a erradicar las reformas de Akhen-Aton. "Practicaban una religión y un estilo de vida nudista que estaba muy por delante de su tiempo", escribe el Dr. De Horatev del rey Sol y su reina. "Aparecieron en una época que no les entendía". Añade, desalentadoramente, que aunque futuras generaciones podrán entender mejor su mensaje, "...el presente les da un cicatero reconocimiento". Es conocido que Akhen-Aton y Nefertiti no fueron los primeros egipcios en disfrutar desnudos de baños de sol (en el Museo Británico hay una talla del siglo XIV a.C. de un sacerdote sumerio desnudo, y se encontró en un muro de una tumba de Tebas una pintura del siglo XV a.C. de una arpista egipcia desnuda), pero él y su bella esposa tuvieron su "día bajo el sol", bebiendo la vida de un fresco concepto idealista de comunidad.





Poca ropa o ninguna en la Antigua Grecia
Siglos después, la pasión del faraón Akhen-Aton por un modo de vida holista fue apasionadamente practicado por los habitantes de la antigua Grecia. Mientras muchas culturas han reconocido las contribuciones de la antigua Grecia en las leyes, la política, la literatura, el arte y la filosofía, se ha escrito poco acerca de su proclividad a librarse de la vestimenta cuando lo consideraban práctico y apropiado. La indumentaria de las clases altas y bajas dentro de la sociedad griega estaba en concordancia con la simplicidad y el ideario característicos de la filosofía griega, esto es una túnica que podía quitarse en un segundo. Incluso las togas más atractivas diseñadas para ambos sexos, con broches metálicos o de joyería, se hacían de una sola pieza con un excelente paño."Cuando un griego desea bailar o trabajar, simplemente deja deslizarse su vestimenta y se pone a ello. Era el modo natural en que discurrían las cosas, y nadie se desmayaba por ver una persona desnuda bailando o trabajando. Los arqueólogos han encontrado muchas vasijas mostrando danzarines en festivales y trabajadores en los campos completamente desnudos", escribe Anthony J. Papalas en su artículo "Greek Attitudes Toward Nudity". Los historiadores reconocen esta actitud griega hacia el cuerpo principalmente cuando escriben acerca del entrenamiento atlético que tenía lugar en los gimnasios griegos. De hecho la palabra gimnasio se basa en la raíz gymnos que significa "desnudo", definiéndose por tanto el gimnasio como un lugar donde uno se desnuda para hacer ejercicio. Mientras la desnudez en los atletas y la escultura de la Grecia antigua era tan común que históricamente no puede ser ignorada, los historiadores tienden a menospreciar o ignorar los fundamentos religiosos y filosóficos del nudismo en la vida griega. Por ejemplo, raramente se presenta al gimnasio griego como un lugar para la educación en general como, de hecho, lo era. Paul Le Valley, en un artículo aparecido en la revista naturista 'Clothed with the Sun' presenta una descripción más precisa."Los griegos no podían pensar en un mejor tributo a sus dioses que imitarlos, llegar a ser tan parecidos a ellos como fuera posible, tanto mental como físicamente. Toda persona estaba involucrada: una mente bien desarrollada en un cuerpo bien desarrollado. Apolo, el dios de los atletas, era también el dios de la música. De hecho, los atletas aprendían música. Los gimnasios eran los lugares donde los filósofos como Sócrates desarrollaban su actividad. Casi todas las escuelas de filosofía de Grecia tuvieron su sede en un gimnasio... A medida que la religión griega declinaba y era reemplazada por la filosofía, Sócrates a menudo sugería el nudismo como una forma de honestidad". Esto muestra que los antiguos griegos buscaban el equilibrio, su significado de la vida, tanto en el logro personal como en asuntos de estado. Comenzando con ejercicios desnudos, un típico día de los estudiantes griegos lo describe Papalas en el artículo citado arriba: "Después de varias horas de actividad e instrucción corporal, se bañaban e iban a sus aulas, normalmente desnudos; debido al suave clima de Grecia no necesitan ropa excepto en algunos inusuales días de invierno... Maestros y alumnos intentaban establecer un equilibrio entre mente y cuerpo. Al estudiante, por tanto, se le exigía el mismo esfuerzo tanto para el progreso físico como para el mental". Pericles, el famoso estadista griego, general y atleta, dijo que los hombres deben trabajar armónicamente para "la perfecta belleza de nuestros cuerpos y las principales virtudes de nuestras almas... Somos amantes de la belleza sin perder el gusto por la simplicidad, y amantes de la sabiduría sin perder el vigor masculino". Darío, el rey persa, confiando en un informe de un espía enviado a observar el entrenamiento de los griegos para la batalla, concluía erróneamente que los griegos eran débiles debido a su actitud hacia la desnudez y la democracia. El militar infiltrado volvió a Darío con un informe de cómo desperdiciaban los griegos su tiempo exhibiéndose desnudos por ahí "o sentados, parcialmente vestidos, escuchando a idiotas predicando ridículas ideas sobre la libertad y la igualdad de los ciudadanos". Basándose en esta información, Darío esperaba que los griegos fueran un objetivo fácil, pero su alegría se volvió miedo y tristeza cuando el ejército persa fue echado al mar en la batalla de Maratón por sus bien entrenados oponentes. Aunque a los hombres de la antigua Grecia se les ofrecía una excepcional preparación como ciudadanos (con la obvia excepción de los esclavos), a las mujeres griegas se les negaba la educación de alto nivel del gimnasio. Esta desigualdad estaba desatinadamente justificada por el razonamiento de que las mujeres tenían una menor necesidad de educación ya que no se les permitía participar en los asuntos públicos junto a los hombres. Tal discriminación, sin embargo, disminuyó con la aparición de un movimiento pro derechos de las mujeres. Entre los beneficios conseguidos por las mujeres de este grupo estaban el establecimiento de competiciones atléticas femeninas. Durante estos juegos, las mujeres competían cómodamente desnudas, como era habitual en los hombres. "La admiración griega por el cuerpo humano y el deseo de mostrarlo estaba estrechamente ligado con el concepto griego de la honestidad y la inteligencia. Nadie pensaba que hubiera nada malo porque las jóvenes chicas espartanas fueran desnudas a los bailes y desfiles públicos. Los jóvenes que se reunían para presenciar el espectáculo no mostraban lujuria ni vandalismo. Plutarco (el historiador y biógrafo griego) escribió que la aparición de esas bellezas era recibida con admiración, respeto y sin azoramiento". Al fin y al cabo, la desnudez también formaba parte de la tradición de los Juegos Olímpicos. Los historiadores de la antigüedad sugieren que los Juegos Olímpicos se originaron tan antiguamente como en el 1100 a.C. como una competición de un tratado de paz autorizado por los reyes de las ciudades de Pisa, Elis y Esparta. Los juegos derivan su nombre del valle de Olimpia, donde se realizaban. El primer festival olímpico del que hay datos tuvo lugar en 776 a.C. Al menos desde entonces en adelante, los Juegos Olímpicos estuvieron específicamente dedicados a los dioses griegos. Los atletas de Esparta han sido considerados históricamente los primeros en desechar la ropa mientras se entrenaban para la competición. Es posible que ésto ocurriera hacia el siglo VII a.C. Como estos atletas pioneros ganaban una proporción de premios anormalmente alta porque sus cuerpos no se veían restringidos por la ropa, otros atletas griegos empezaron a emular la desnudez de los espartanos. A partir de entonces, la desnudez fue una parte integral de la tradición olímpica hasta 393 d.C., cuando el emperador romano Teodosio, cristiano dirigente de Grecia, prohibió los Juegos Olímpicos porque los consideraba una ceremonia pagana. Así la gimnasia y todo lo que ello implicaba fue tratada con desprecio. No fue sino hasta 1896, unos 1500 años después, que los Juegos Olímpicos reaparecieron, ¡pero sin desnudez!"La belleza era para los griegos la autentica esencia de la virilidad. El perfecto equilibrio entre la mente y el cuerpo seguía la creencia griega en 'meden agan', que significa 'nada en exceso'. Y 'Kalos k'agathos', la 'belleza y dios', fueron el jalón y secreto de la preeminencia de la antigua Grecia durante más de quinientos años".



Los ascetas desnudos en la Antigua India
Hoy sabemos que la desnudez social en la antigua Grecia estaba alentada por la existencia de la desnudez entre los hombres santos de la India. Por ejemplo, cuando Alejandro el Grande escuchó los informes sobre ascetas desnudos en la India, envió a Onesicritus, un filósofo griego, a investigar la gimnosofía (un nombre dado por los griegos a estos filósofos nudistas). Los descubrimientos de Onesicritus debieron impresionar e intrigar a Alejandro, porque viajó a la India (en el 326 a.C.) para encontrarse con un grupo de gimnosofistas, y este encuentro llevó a otros intercambios entro los dos países. Pyrrho de Elis, fundador de la filosofía del escepticismo, estudió con los gimnosofistas y, después de volver a Elis, practicó sus enseñanzas, incluyendo el nudismo. Más tarde, cuando el ejército griego estaba en la India, los soldados participaron en numerosas ceremonias religiosas que incluían actividades deportivas desnudistas. Durante varios siglos a partir de entonces, se documenta ocasionalmente que los atletas griegos que competían en la India lo hacían tanto desnudos como con calzas. En tiempos de Alejandro (356-323 a.C.) había numerosas sectas ascéticas en la India cuyos miembros iban desnudos como parte de su disciplina espiritual. La mayor de ellas, Ajivikas, exigía la completa desnudez de sus discípulos. Este grupo se persistió unos dos mil años antes de desaparecer completamente. Buda fue un asceta desnudista antes de fundar su propia religión, y se ha sugerido que Buda hacía vestir a sus seguidores principalmente para distinguirse de otras sectas. Actualmente la mayoría de los santones desnudistas de la India se asocian con los Jainitas, miembros de una gran religión india fundada sobre el 500 a.C. Mabavira, fundador de los Jainitas, insistía en la completa desnudez para los monjes como parte de su voto de renuncia de todos los bienes terrenales. Con el tiempo hubo una división en el grupo, la desnudez era muy dura para los jainitas de las frías regiones del norte de la India. Estos norteños se vistieron y fueron conocidos como Suetambaras "vestiduras blancas", mientras que los sureños fueron llamados Digambaras, o "vestidos con el cielo". Los jainitas tienen muchos seguidores en la India actual. Durante el control británico de la India, la práctica gimnosofista del nudismo se vio fuertemente reprimida. Sin embargo, ahora que existe una República Independiente de la India, los jainitas retoman de nuevo su práctica religiosa nudista. En la India de hoy, algunas mujeres también han accedido al rango de los ascéticos del jainismo nudista.




El desnudo en Oriente
Hasta el siglo XX, el concepto japonés de la modestia difería radicalmente del de Europa o Estados Unidos. El baño comunal, por ejemplo, era un hecho básico de la vida diaria hasta muy recientemente y todavía existe en zonas rurales alejadas de las principales ciudades occidentalizadas del Japón. A pesar de ello, Bernard Rudofsky en su libro "Are Clothes Modern" observa que la desnudez no era un tema aceptable para los artistas tradicionales japoneses. "Incluso los amantes encamados en acres de edredones, un tema favorito del arte japonés, están siempre completamente vestidos, no porque los artistas sean pudibundos sino porque los japoneses parecen gustar de hacer el amor enredados en las vestimentas del otro... [Esta cultura no cristiana] no sólo pasó de puntillas sobre el pecado original sino que nunca sintió la necesidad de adoptarlo.¡Sin embargo, los japoneses estaban lejos de ser recatados! Su actitud de que todo lo natural es moral se revela en los "libros de las prometidas" publicados durante centenares de años en Japón para la educación sexual práctica de las jóvenes. Mediante textos e ilustraciones explícitas, este tipo de libros preparaba a las solteras japonesas para la práctica sexual que podría, o debería, tener lugar después de la boda. A las parejas experimentadas también se las proveía con "libros de cabecera", que debían mantenerse cerca de la cama. Éstos contenían ilustraciones eróticamente estimulantes para enriquecer el disfrute marital. Los miembros de la clase más alta de China eran mucho más inhibidos e incluso consideraban a sus desnudos pordioseros como subhumanos. La desnudez, incluso en el arte, se veía como inmoral. John Langdon-Davies, en su ensayo "The Future of Nakedness", cuenta una historia acerca de un monje jesuita que se horrorizó cuando se enteró de que los chinos veían como pornográficos los libros cristianos con sus bellamente coloreadas pinturas religiosas de santos y santas en vestimentas clásicas. En la antigua China, estrictas costumbres prevenían a las mujeres de alto rango de desnudarse incluso delante del médico. El único modo de comunicarle al doctor sus problemas físicos era indicando el lugar correspondiente en una pequeña figurilla desnuda de marfil o alabastro. Estas pequeñas figuras, objetos de considerable importancia en toda casa china respetable en tiempos antiguos, todavía pueden comprarlas los turistas en las secciones de China en las ciudades modernas de todo el mundo. Examinando los hábitos de baño de una cultura es posible determinar su actitud hacia la imagen del cuerpo con cierta precisión. Los japoneses, los turcos y los escandinavos de tiempos recientes, por ejemplo, han disfrutado tradicionalmente de baños desnudos en comunidad, como hacían sus antiguas culturas. En el imperio grecorromano, hasta su decadencia y caída, los de sexos coincidían desnudos en los baños comunales porque el énfasis de la cultura estaba en la limpieza, la salud y la sociabilidad, no en las diferencias sexuales físicas. Durante la edad media, la Iglesia Católica Romana suprimió tales prácticas de baño. Sin embargo, el baño desnudo en comunidad donde los sexos estaban habitualmente segregados sobrevivió en zonas de la Europa central y del norte hasta que los modernos movimientos nudistas iniciaron la actitud relajada europea actual acerca del nudismo en centros y playas compartidos por ambos sexos. Los baños turcos que utilizaban fuentes termales se construían allá donde regía el imperio otomano, introduciendo en muchas partes de Europa el agradable y sano ciclo de nadar desnudo, sudar y recibir un masaje regenerativo. Hombres y mujeres del imperio otomano utilizaban los baños como centro social, pero siempre con segregación de sexos. Sin embargo, en Japón, un país bendecido con fuentes termales naturales volcánicas, el baño mixto y familiar lo aprobaron las principales religiones durante más de dos mil años. Hoy, algunas de las casas de baños públicas del Japón tienen salas privadas de diferentes dimensiones donde familias o grupos pueden disfrutar los baños calientes en privado. Lo más habitual, sin embargo, son las grandes piscinas comunitarias.





Primeros nudistas cristianos
Hay muchos sacerdotes y prelados en el movimiento nudista actual. De hecho, el moderno movimiento nudista fue en gran parte organizado por líderes religiosos. Esos líderes religiosos utilizaron para justificarse muchas partes de la Biblia judeocristiana donde se habla de aceptar el cuerpo humano sin pudor (tal como las referencias a aquellos apóstoles pescadores, que trabajaban desnudos). Los religiosos nudistas utilizan esas citas como una respuesta a los predicadores fundamentalistas que sermonean sobre la exigencia de ropa por parte de dios. Por ejemplo, el reverendo Martin Wadestone, autor de "Nudism and Chistianity", escribe: "En realidad, a la luz de la Biblia, no hay pecado en la desnudez por sí misma; pero si una persona usa la desnudez para la lujuria o con propósitos inmorales, lo habrá mal utilizado, y ello constituye un pecado. La Biblia no habla en contra de la desnudez ni enseña que el cuerpo sea vergonzante. Hay referencias a la vergüenza en el desnudo, pero esa vergüenza se producía en la mente del hombre, no por orden divina".



El nudismo como protesta
La desnudez, a lo largo de la historia, ha sido tanto una expresión de valores humanos positivos como una forma de protesta. Si el objetivo es hacerse notar, desnudarse en una sociedad vestida es ciertamente un método efectivo de llamar la atención. Esta era una táctica usada por algunos hippies en los sesenta y también por algunos contestatarios religiosos a través de la historia. Como ejemplo tenemos al famoso San Francisco de Asís: "Siendo amonestado por su obispo, se despojó de sus ropas y anduvo desnudo por las calles". Mientras que esto se puede interpretar, por supuesto, como un acto de humildad religiosa más que como una protesta, no hay duda acerca de los Doukhobors de Canadá, quienes dejaron Rusia en 1898 y hoy todavía tienen pequeñas comunidades que llegan hasta el norte de Estados Unidos. Una secta extremista e individualista de anarquistas que se escindieron de la Iglesia Ortodoxa rusa en 1785, los Doukhobors eran unos 15000 cuando llegaron a Canadá. Denominándose a sí mismos "hijos de la libertad", siempre tenían problemas con la ley por su rechazo a adecuarse a las leyes canadienses de gobernación y adaptarse a sus normas cívicas, educativas y culturales. Los Doukhobors a menudo protestaban celebrando misa desnudos. Su primera manifestación desnudos fue en 1903 y, aunque los manifestantes fueron perseguidos y encarcelados, continuaron esta particular manera de afirmarse durante varias décadas.



La Ética Puritana, el Victorianismo y el Cuerpo Vergonzante
Calvino, reformista del siglo XVI: "Todo el hombre, de la cabeza a los pies está por tanto, como estaba, empapado en un flujo de perversión de modo que ninguna parte ha permanecido sin pecado y por lo que cualquier cosa que de él surja es pecaminosa". Martín Lutero, reformista del siglo XVI: "Nuestra debilidad no está en nuestras obras sino en nuestra naturaleza; nuestra persona, naturaleza y nuestro ser entero está corrompido desde la caída de Adán". Calvino, un francés agraciado por la riqueza, la galanura y la licencia moral de la imperante iglesia católica, se convirtió en un líder del movimiento reformista. Forzado a huir de su país, Calvino recibió reconocimiento en Suiza como el fundador del Presbitarianismo protestante. También adquirió fama como fundador de la "ética puritana". Martín Lutero, un monje alemán, fue el "Padre de la Reforma". En 1517 rompió con la autoridad papal para formar la iglesia protestante luterana, revelándose contra lo que veía como laxitud moral y extravagancias de la iglesia católica y su aristocracia. Lutero aportó un significado fundamentalista de la religión a una clase media preparada y anhelante. Con el advenimiento del protestantismo llegaron interpretaciones bíblicas que ponían el acento, como nunca antes, en la impureza y el pecado inherente al cuerpo humano. También enfatizaban el temor al mal. Mientras dios era mente y espíritu, el demonio era representado con un cuerpo sensual y tentador. Las sospechosas de brujería eran perseguidas y condenadas a morir por herejía sin la mínima evidencia. Una prueba para detectar a una bruja en Inglaterra (abolida en 1219 pero se dice que se siguió practicando hasta el siglo XVIII) la describe Robert T. Smith en Cult and Occult. "Primero se la desnudaba. Después se le ataba el pulgar de su mano derecha al pulgar de su pie izquierdo. Después el pulgar de la mano izquierda al pulgar del pié derecho. A continuación se la lanzaba al río o a un estanque. Si se hundía y se ahogaba, no era una bruja. Si flotaba, la ayudaba el Demonio y la sacaban y ejecutaban". La ética puritana llegó a América con el Mayflower. Nuestros primeros colonos eran peregrinos protestantes muy trabajadores que no tenían ni inclinación ni tiempo para la frivolidad. Su concepto de vergüenza y culpa del cuerpo se convirtió en la ley de la tierra, y esta ley era incluso más extrema en los EEUU que fuera. En Europa, el pudor extremo estaba principalmente confinado en las clases medias, puesto que la aristocracia y las clases bajas podían asumir más autonomía de las reglas de los moralistas religiosos. Sin embargo, en América, la prohibición moral contra los así llamados "actos del demonio" era más fuerte. Durante los siglos XVII y XVIII, cualquier desviación de la norma de comportamiento o costumbres era sospechosa. Fanáticos histéricos llevaron a cabo cazas de brujas que fueron incluso más absurdas que las realizadas en Europa. Y una ley, en uso cuando Nueva Jersey todavía era una colonia británica, imponía a las mujeres la misma pena dada a las brujas, ya fueran núbiles o viudas que según esta Acta, se impusieran, sedujeran o traicionaran a cualquier súbdito de su Majestad mediante el influjo de aromas, cosméticos, baños, pinturas, dientes artificiales o zapatos de tacón. En Europa, los pocos años de emancipación corporal tanto física como emocional experimentada durante el periodo napoleónico se contrarrestaron con la puritana represión conocida en la historia como victorianismo. Una moralidad de la clase media que se desarrollaba enfatizaba la autoestima, el autocontrol y el amor al trabajo. Esto encajaba bien con la visión de los moralistas religiosos, cuyas creencias estaban ahora apoyadas por la monarquía reinante. En Inglaterra, la reina Victoria (quien reino desde 1837 hasta 1901) y el príncipe Alberto impusieron unas normas de conducta que fueron aceptadas como la nueva moralidad de Europa y Norte América. La ñoñería respecto a los deseos y actividades sexuales alcanzó tales extremos que una mujer de mediados del siglo XIX minimizaba y ocultaba todas las partes del cuerpo excepto su cara. Vestía capas de enaguas y se envolvía en ropajes con blusas de cuello alto y faldas de corte largo hasta el suelo, un tocado cubría completamente su cabeza y un chal envolvía su cuerpo. Incluso las manos de una señorita se tapaban. Un periódico victoriano para señoritas de 1840 aconsejaba que "para una señorita los guantes son siempre elegantes en casa excepto en las comidas". Y algunas mujeres no se presentaban a la mesa "con las manos desnudas. Vestían mitones sin dedos". Se esperaba que los hombres también se comportaran "adecuadamente" tanto en el vestir como en los modales. Sin embargo, la eliminación del cuerpo no era suficiente para la moralidad del periodo victoriano. Las palabras sexuales y las referencias a partes del cuerpo se eliminaron del lenguaje "educado" para prevenir la estimulación de los pecaminosos deseos sexuales. Era ofensivo mencionar el cuerpo humano en compañía del otro sexo en la sociedad educada. Pierna devino "extremidad" un muslo de pollo se convirtió en "carne negra" y una pechuga en "carne blanca". Algunas personas asumieron la modestia hasta el extremo de cubrir cosas como las patas de piano. Thomas Bowdler aportó "respetabilidad" a Shakespeare publicando diez volúmenes de sus trabajos con todas las palabras que aludían al sexo o a la desnudez eliminadas. La época victoriana duró desde la mitad del siglo diecinueve hasta los primeros años del siglo veinte. El victorianismo creó una sociedad de contradicciones poniendo tabúes en necesidades y funciones fisiológicas normales. Los libros de texto de medicina de la época indicaba que cualquier mujer que sintiera placer sexual era anormal. La frigidez en la mujer sé considerada deseable, y los médicos prescribían sedantes para aquellas que no eran frígidas. Mientras que era aceptable que el hombre tuviera deseos sexuales, la profesión médica advertía que las indulgencias masculinas podían conducir al agotamiento permanente de sus recursos físicos y psíquicos. Con todo esto, el orgullo del marido victoriano de tener una mujer "adecuada", era una fachada que ocultaba un lado oscuro. Había más prostitutas per capita haciendo la calle en el Londres de entonces que en cualquier otro período de la historia de la ciudad. Existían tanto un comercio floreciente en pornografía como una lucrativa trata de vírgenes. Se secuestraban chicas jóvenes: "El precio en el mercado negro fluctuaba entre cinco y cuarenta libras, dependiendo de su edad y belleza". Después de haber sido desfloradas, estas chicas se unían a menudo a la casta de las prostitutas. Este fue el colmen del disfrute clandestino de las "postales francesas", fotografías impresas de mujeres desnudas que, por los estándares de hoy, serían consideradas poco más que tímida o ligeramente sugerentes. Sin embargo, esas postales eran indudablemente "impactantes" para hombres con carencias que no tenían otra posibilidad de satisfacer su natural curiosidad sobre el cuerpo femenino. De acuerdo con estas líneas, se ha indicado que los famosos poetas que fueron símbolos del romance del siglo XIX, Elizabeth Barrett y su marido Robert Browning, nunca se vieron desnudos. Hubo censura de libros, arte, teatro y danza. Sin embargo se permitían los desnudos en pinturas de naturaleza querúbica o alegórica. También estaba permitido ver las torturas de santos desnudos o envueltos en trasparencias y pinturas de sensuales y sufrientes salvadores se mostraban en casas respetables. "En la penumbra de una capilla, San Sebastián triunfaba en tela y en piedra como un glorificado fetiche de los beatos, mientras que Adán y Eva, los perennes exhibicionistas, siempre podían esperar ser rescatados de la desnudez ignorante. Sin embargo, a plena luz del día el cuerpo humano estaba cuidadosamente oculto a la vista. La ropa era hermética". Así pues el realismo en el arte secular provocó violentas reacciones durante el periodo victoriano. Trabajos familiares tales como Bañistas de Gustave Courbot y Almuerzo en el Prado y Olimpia de Manet se consideraban obscenas. Mientras el escritor francés Emile Zola defendía apasionadamente a Manet, la extensa colección de estatuas griegas y romanas del Vaticano fue adecentada con hojas de parra. Las esculturas de desnudos enviadas a museos por los misioneros eran mutiladas o cubiertas con pantalones. En los últimos años de la década de 1940, un equipo de Life Magazine fue asignado para tomar las primeras fotografías en color de la conocida Capilla Sixtina del Vaticano. Las autoridades eclesiásticas fueron cooperativas con una excepción. Todas las fotografías de la afamada cúpula de Miguel Angel tenían que ser recortadas antes de su publicación para eliminar la desnudez frontal de las figuras. Pero no hubo restricciones para fotografiar los murales de las paredes más bajas. Se supo que un Papa anterior tuvo asignado un artista al cuidado de los desnudos de los niveles bajos pintando ropajes sobre las expuestas secciones medias. Puesto que la famosa cúpula era tan inaccesible, sus figuras no fueron vestidas. Quizá la más cruel y destructiva manifestación del victorianismo fue el insensible tratamiento de las culturas nativas por los misioneros religiosos y los colonialistas europeos. Sin el menor interés hacia el orgullo y la dignidad de los nativos, por sus costumbres religiosas o su forma práctica de vestir y de vivir, el arrogante victorianismo exigía conformidad con las costumbres europeas. La imposición de ropa a aquella gente cuyas culturas les había permitido previamente experimentar la emancipación corporal, no fue sólo degradante y humillante, sino un recuerdo constante y efectivo de su "inferior" estatus y origen. En un documento de 1894 de un antiguo gobernador de un pueblo de Tonga describe estas condiciones: "Se castigaba con multa y prisión vestir ropas nativas; se castigaba con multa y prisión llevar el pelo largo o collares de flores; se castigaba con multa y prisión la lucha y el juego de pelota; se castigaba no vestir con camisa y pantalones y, en ciertas localidades, también chaqueta y zapatos..."Los misioneros cristianos creaban indumentarias de cualquier material disponible. A menudo forzaban a los nativos a llevar vestidos como sacos, pero también se les daban los infrecuentes cargamentos de ropa desechada del continente. Richard Harrington cuenta haber visto "un mozo de cuerda negro en Leopoldville llevar un bonete rosa de bebé, ignorante de que resultaba ridículo a los ojos del hombre blanco. He visto mujeres africanas con sostenes obsoletos colocados encima de sus pechos utilizados como bolsillos"."Como los nativos nunca aprendieron a lavar o reparar la ropa, les llevó mucho tiempo adaptarse a la indumentaria europea, que al principio se llevaba hasta que se caía a pedazos. Hubo una gran merma en la higiene con un aumento en las enfermedades de la piel y otras infecciones". Los nativos se sentían tan azarados si se les veía vestidos como nosotros, en una sociedad textil, nos sentiríamos si se nos forzara a desnudarnos. ¡Es sorprendente que no acabaran más misioneros en la olla de los caníbales! A pesar de todo, siempre hubo voces de protesta contra los edictos moralistas, antisexuales y mojigatos del período victorano, especialmente entre las clases educadas.



El modernismo del siglo XX
Con el cambio de siglo, la famosa bailarina americana Isadora Duncan comenzó a llevar holgados y ligeros vestidos tanto en la vida ordinaria como en el escenario, comentando, "Vivo en mi cuerpo como un espíritu en una nube". Cautivó a la audiencia en América y en Europa con la elegante y nueva autonomía y expresividad de sus representaciones con túnicas griegas ligeras y flotantes. Con su ruptura con las convenciones, Duncan no sólo comenzó una nueva moda en danza sino que abrió el camino al modernismo del siglo veinte en el vestir, dejando obsoleto el corsé. La rebelión contra el modo de vestir victoriano tomo otro giro en Alemania donde, en 1903, Richard Ungewitter escribió un libro, Die Nacktheit, que apoyaba una vuelta a las actitudes de la antigua Grecia hacia la desnudez por razones higiénicas y moralistas. En 1905 Paul Zimmerman abrió el primer complejo nudista social y familiar, Freilichtpark (Parque de la luz libre). Al mismo tiempo otro alemán, el Dr. Heinrich Pudor, escribió un libro titulado Nacktcultur, que trataba sobre los beneficios del nudismo en la coeducación y abogaba por el disfrute del deporte libre de molestas ropas. "El doctor Pudor llamaba aristocrático al nudismo y la esclavitud a la ropa una característica plebeya, afirmando que todas las naciones que descartan completamente el derecho de su pueblo al nudismo se vuelven rápidamente decadentes". El movimiento nudista (hoy internacional) se expandió desde estas simples creencias, en claro desafío de lo que había sido una mentalidad de un siglo de duración de rechazo del cuerpo. El movimiento sufragista había empezado a desafiar el estatus que anterior a la I Guerra Mundial, pero no fue sino hasta después de la guerra que el férreo reino de moral represiva empezó a resquebrajarse. Cuando sus hombres fueron enviados a la guerra, las mujeres se hicieron cargo de la dirección de sus familias y trabajaban en empleos nunca antes disponibles para ellas. Durante los años 20 las mujeres se habían emancipado de sus restrictivos vestidos y se mostraban con breves blusas y cortas faldas. Las mujeres incluso descartaron la corona de la feminidad cortándose el pelo a lo "chico". La curiosidad furtiva por la desnudez fue reemplazada por el abierto nudismo en el entretenimiento. Burlesque Striptease, Ziegfeld's Follies, Earl Carroll's Vanities y Scandals de George White fueron muestras espectaculares y sensuales de la alegría y la belleza del cuerpo femenino. En el atrevido escenario parisiense las producciones musicales incluían desnudos totales. Sin embargo, el permisivo glamour de los locos años veinte se atenuó con la gran depresión que la siguió. Por entonces el cuerpo había sido liberado del incómodo ropaje, la sexualidad estaba públicamente reconocida y parecía imposible volver atrás. Sin embargo, había, y hay, muchas señales de nuestra cultura como un todo no ha roto completamente de su herencia de culpa y vergüenza enraizado en el "pecado original" escrito en nuestras bíblicas raíces. El cuerpo desnudo todavía se considera antinatural. El nudismo en la televisión americana es raro. Durante las horas diurnas, cuando los niños la están viendo, la desnudez no está permitida. Se protege a los niños de los efectos "dañinos" de ver un cuerpo humano normal, natural e intacto, pero la violencia corporal está sancionada como entretenimiento para nosotros y nuestros hijos. ¡Semejantes sistemas de valores trastocados ayudan a llenar los sofás de los psiquiatras!
Fuente: Lo que antecede es un capítulo perteneciente a Therapy, Nudity & Joy, copyright 1991 Aileen Goodson, publicado por Elysium Growth Press. Traducido por Fernando Gómez





Evolución del naturismo en España
Muchos se sorprenden al saber que en España ya por los años 30 comenzaron las actividades de varios grupos naturistas en Barcelona (Partenón), Levante (Helios) y Madrid (Frutas de Libertad), influenciados por Nicolás Capo y José Castro y ayudados algunos por la casa de productos naturales Santiveri. Estos grupos estaban preocupados por la salud y entre sus principios de vida sana estaban incluidos el contacto con la naturaleza, el vegetarianismo y el nudismo. Algunos, como la legendaria Sociedad Libertaria de Alcoy, añadían la filosofía anarquista en su forma de vida. La idea del naturismo para recuperar o mantener la salud se fue extendiendo, no sin tener algún que otro enfrentamiento con la medicina oficial; por ejemplo, en Madrid, el Colegio de Médicos obligó a quitar la placa de la calle a un médico naturista. Con la guerra civil y la llegada del nuevo orden, el nudismo quedó prohibido, muchos médicos naturistas conocieron la cárcel y hasta el simple vegetarianismo estuvo mal visto. En los años 50, el profesor Capo, que también pasó una temporada "a la sombra", reinició el movimiento en Cataluña de forma clandestina. Con la llegada de los hippies, a finales de los 60, sobre todo a la mítica Ibiza, se corrió la voz de guiris bañándose en pelotas y guardia civiles persiguiéndoles para salvaguardar la moral del país. Más tarde, la permisividad y el respeto por las libertades inherentes a la democracia, así como el empuje de las asociaciones naturistas -añadido a la considerable influencia de los numerosos turistas europeos que demandaban espacios para el nudismo-, abrieron la puerta a esta práctica, para el que nuestro clima y nuestras costas son ideales durante casi todo el año. Afortunadamente pasaron ya los tiempos en que las asociaciones naturistas recibían la visita de la policía siempre que tenían alguna reunión o daban una conferencia, o que los nudistas gallegos o cántabros tuvieran que salir corriendo al ser atacados por los parroquianos que algunos curas arengaban desde el púlpito, interpretando a su peculiar manera el cristianismo. Aunque, de vez en cuando, aun se producen algunos desafortunados incidentes aislados, puede decirse que el nivel de tolerancia social y legal es bastante alto. Un hito importante para el naturismo español fue la inauguración de la primera fase de Costa Natura (1979), en la provincia de Málaga. Este fue el primer centro turístico español donde todas las actividades sociales cotidianas podían practicarse sin ropa. En agosto del 84 recibió a nudistas de todo el mundo por haber sido elegida como sede del decimonoveno congreso de la Federación Naturista Internacional. A Costa Natura le sucedieron en los años 80 la urbanización Nat Sun, con el hotel Vera Playa (Almería) y Vista Bahía Nature (Ibiza), además de los campings Relax Nat (Gerona) y el Portús (Murcia). Y después, muchos otros. No es mucho comparado con Francia, donde hay 47 centros, pero la demanda turística llevará a construir más, sobre todo teniendo en cuenta el auge de público español que, en las temporadas turísticas, llega a ser mayoritario. En invierno llegan sobre todo gente mayor del centro y norte de Europa, huyendo de sus gélidos y grises climas, encontrando aquí un pequeño paraíso con todo el equipamiento y servicios de cualquier buen centro de vacaciones, donde no precisan llevar encima algo más que la crema protectora.
Artículo publicado en las revistas SER HUMANO y ECOLOGIA INTERNACIONAL