ZARAGOZA
Historia de Zaragoza
Programa de Zaragoza 2016


Historia de Zaragoza
Zaragoza, cuatro culturas, un estilo de vida A orillas del Ebro se levanta la ciudad de Zaragoza, que por su situación estratégica siempre ha sido encrucijada de caminos y encuentro de culturas. En los 2.000 años de historia de nuestra ciudad, el río Ebro ha visto reflejados en sus aguas los rostros de multiplicidad de culturas y ha sido fuente de vida para diversas civilizaciones. Romanos, musulmanes, judíos y cristianos han dejado su impronta en forma de patrimonio vivo y han formado, con el devenir de los tiempos, la singular personalidad de esta urbe y de sus gentes. Fruto de este mestizaje de culturas es el riquísimo patrimonio histórico de la ciudad de Zaragoza. El visitante podrá disfrutar, en apenas unos metros, de la grandeza del Imperio Romano, de la suntuosidad del legado mudéjar –declarado Patrimonio de la Humanidad-, así como de la ceremoniosidad cristiana y la tradición judía.  Como se ha apuntado, su privilegiada situación geográfica ha hecho de Zaragoza parada obligada para el descanso y el abastecimiento. De este tránsito continuo y de su propia evolución histórica le viene a Zaragoza su mayor patrimonio: su gente. Auténticos, abiertos y vitales, los zaragozanos saben no sólo recibir, sino también compartir su ciudad, sus tradiciones y su alegría con los que nos visitan.  Además, Zaragoza ha sabido sumar al legado de sus antepasados las iniciativas y actuaciones que la hacen hoy en día una ciudad a la vanguardia del progreso y el crecimiento.

Programa Zaragoza 2016
Zaragoza se enfrenta al reto apasionante de competir con otras ciudades españolas por la concesión de la Capitalidad Cultural Europea de 2016. Este hecho es un proceso más apasionante que la posible victoria, porque el camino que empezamos ahora nos sirve para elaborar el Primer Plan Estratégico de la Cultura que transformará nuestro modelo cultural en uno más contemporáneo y eficiente.  Este cambio pasa por hacer de Zaragoza una ciudad creativa que reconozca en la política cultural uno de los mejores modos de convertirla en una ciudad más abierta y aún más acogedora y que se sirva para transformar su modelo urbano, reforzar su sostenibilidad y mejorar el bienestar de todos los ciudadanos.  La cultura es una industria que genera bienestar, economía y empleo, una marca comercial, una referencia que define a la sociedad que la genera y un reflejo de su cambiante identidad. Ese plan es el resultado de un amplio proceso de participación con toda la sociedad zaragozana que entiende la participación como un concepto político de debate permanente y toma colectiva de decisiones.  Un plan que nos llevará al 2016 tras cinco años de modelo cultural prioritario, habiendo cambiado la imagen y la esencia de la ciudad y habiéndonos convertido en la Capital Europea de la Cultura. O si no, en una Ciudad Europea de Cultura de referencia más allá del horizonte del 2016. El proyecto de Zaragoza-2016 se traza a partir de 5 líneas arguméntales que enlazan con acontecimientos, manifestaciones y corrientes culturales vinculadas a la ciudad pero que trascienden la dimensión local y en cuya formación haya desempeñado un papel importante. Todos juntos enlazan la historia, el patrimonio, la innovación o la ruptura y la realidad multicultural, para inspirar un programa atractivo e inserto en los elementos comunes que conforman la personalidad europea. Un programa capaz de provocar el entusiasmo y la adhesión de la ciudadanía para proyectar internacionalmente Zaragoza y su entorno. Goya, como elemento representativo más universal, del desarrollo de las artes de las vanguardias y del conocimiento. Evolución, innovación, ruptura, modernidad...el antecedente del arte urbano. Testigo y conciencia crítica de su época. Es una referencia académica, pero también no convencional, pionero y rebelde. Una obra y una actitud vital resistente al tiempo que, hoy, sigue vigente. Buñuel, como surrealista, representa el encuentro con la libertad creativa, una actitud rebelde ante los dogmas y los convencionalismos sociales. Es el representante de las vanguardias, del espíritu de la "modernidad", y del gusto por la trasgresión, como elemento lúdico. Buñuel expresa como Goya el mundo de los sueños, de las emociones y, también, del instinto. Buñuel hace de su obra un instrumento de poesía, la crítica desde la subversión y de la liberación irracional de los deseos. Buñuel, como Goya , es hijo del paisaje global del desierto y la estepa. Zaragoza es capital telúrica de la Hispanidad. La unión por el idioma, el mestizaje de siglos de convivencia entre la cultura española y las autóctonas y la conformación de una nueva identidad en dos siglos de independencia, se dan la mano en el s. XXI, siendo España la puerta de América en Europa en un viaje de ida y vuelta en el que los europeos nos enriquecemos culturalmente con lo que un día dejamos. El mudéjar es el sello personal del arte aragonés hacia el mundo, reconocido como Patrimonio de la Humanidad. El mudéjar es el elemento que simboliza la convivencia de las culturas (musulmana, cristiana, judía,…). La presencia en España y en Europa de fuertes colectivos de inmigrantes es una oportunidad de enriquecimiento para todos, un abrazo al mundo espesado en estilos arquitectónicos, música, danzas, cerámica, ciencia y literatura que forman parte indisoluble, - ayer y también hoy - de nuestra cultura. En 2016 se cumplen 500 años de su muerte. Fernando El Católico, El Príncipe, por excelencia. Precursor de la relación con Europa. El introductor de la modernidad y del Estado moderno. Volcado hacia el Mediterráneo y factotum de la empresa del Descubrimiento de América, su corte fue ejemplo de Corte humanista. Promotor del uso de las primeras imprenta y la cultura libresca en la península y en Europa. La ciudad tiene además una amplia red de centros cívicos, 23 en total (uno o dos por distrito) que participan también de todo este proceso de acciones culturales que consolidan las bases de la candidatura y en las que han participado activistas culturales y sociales, artistas de diferentes disciplinas, críticos y entidades ciudadanas. Se ha trabajado a conciencia para elaborar un programa que enlaza la historia, el patrimonio, la innovación, la ruptura y la realidad multicultural con un resultado innovador y siempre contando con los elementos comunes que conforman la personalidad europea.